Huyendo de una gata parda, me colé por el desván de doña Paqui Dermo donde fui a topar con un ejemplar de cuidado:
A la vista de semejante título, comprenderéis que se me hiciera la boca piorrea y el culo pisicola y no pudiese evitar echarle la zarpa:
Así pues, habiéndome sumergido en el maravilloso mundo de la sifilografía, los chancros simples y agudos, habiendo hecho viajes extragenitales (ficiticios) y demás, pensé que no podía dejar de compartir tan apetitoso y sonoro menú con mis queridos lectores de El Cleptómono.
¡Periostitis, herpes vulvar, heredosífilis, uretritis gonocócica, leucoplasia, melingomielititis!
¡Todo esto y mucho más en el TRATADO ELEMENTAL DE LAS ENFERMEDADES VENÉREAS que el doctor Ch. Audry tuvo la deferencia de escribir en 1904, y nosotros de presentaros en exclusiva!
A la vista de semejante título, comprenderéis que se me hiciera la boca piorrea y el culo pisicola y no pudiese evitar echarle la zarpa:
Así pues, habiéndome sumergido en el maravilloso mundo de la sifilografía, los chancros simples y agudos, habiendo hecho viajes extragenitales (ficiticios) y demás, pensé que no podía dejar de compartir tan apetitoso y sonoro menú con mis queridos lectores de El Cleptómono.
¡Periostitis, herpes vulvar, heredosífilis, uretritis gonocócica, leucoplasia, melingomielititis!
¡Todo esto y mucho más en el TRATADO ELEMENTAL DE LAS ENFERMEDADES VENÉREAS que el doctor Ch. Audry tuvo la deferencia de escribir en 1904, y nosotros de presentaros en exclusiva!
Allá van el prefacio y uno de los mejores fragmentos, que mis monos han transcrito con sus mejores deseos y sus náuseas con amor.
TRATADO ELEMENTAL DE LAS ENFERMEDADES VENÉREAS POR EL DOCTOR
CH. AUDRY
PROFESOR DE LA CLÍNICA DERMATOLÓGICA Y SIFILOGRÁFICA EN LA FACULTAD DE MEDICINA DE TOLOSA
Segunda edición enteramente refundida con figuras
Traducción española de los doctores
M. MONTANER DE LA POZA
y
M. MONTANER TOUTAIN
con un prólogo y notas del doctor
DON JAIME PEYRI ROCAMORA
Catedrático de dermatología y sifilografía en la Facultad de Medicina de Barcelona
1919
PREFACIO
Es este un libro escolar, y por lo tanto elemental. He escrito para los estudiantes que tienen ya conocimientos de patología general, interna y externa y que deben abordar el estudio de la veneorología. Por este motivo, he debido eliminar algunas veces datos interesantes, pero de segundo orden y atenerme a la práctica más sencilla. Por lo demás, no deben buscar aquí más que lo que pueden encontrar: justamente lo más necesario para estar en aptitud de seguir con fruto un dispensario o una clínica de sifilografía; lo mismo que la dermatología, no se aprende aquélla en los libros ni en las imágenes; es preciso ver al enfermo.He prescindido sistemáticamente de todo aparato de erudición. No hay más nombres propios que aquellos que no está permitido ignorar ni al práctico más modesto. No he dado ninguna indicación bibliográfica.
Sólo las correspondientes a un año, llenarían un volumen mayor que éste.
Digo todo esto para que por si casualidad llegase esta obra a un veneorólogo instruido, no espere encontrar más que lo que he tratado de poner: enseñanza para los alumnos.
Aun cuando estableciendo modificaciones numerosas y necesarias al texto de la primera edición, he cuidado de que la obra conserve su carácter enteramente "escolar".
No está en la mano de un hombre sólo redactar una obra, aun cuando sea elemental, que trate del conjunto y los detalles de la sífilis. Este manual sólo puede servir de introducción al estudio clínico de la venereología.
El autor no tiene otra ambición.
Artículo III
Uretritis gonocócica aguda
Síntomas. - Síntomas subjetivos.- El enfermo se da cuenta del principio de la blenorragia por una comezón ligera y continua que siente a nivel de la fosa navicular.
Poco después, o casi al mismo tiempo, se manifiesta no un verdadero flujo, sino una exudación o secreción poco abundante que hace que los labios del meato se adhieran entre sí a la camisa.
Los primeros fenómenos dolorosos aparecen en el curso de la micción y son muy variables; unas veces la uretra está sencillamente sensible, como pruriginosa, y otras la micción es en extremo penosa, sobre todo a nivel del meato y del segmento peniano: los enfermos comparan este dolor al del hierro enrojecido, etc.
Entre las diversas micciones existe continuamente una sensación de molestia y calor.
La micción es difícil, lenta y penosa. Cuando la blenorragia es plenamente uretral, no se efectúa más a menudo que de ordinario. Algunas veces se comprueba una retención urinaria completa que hace necesario el cateterismo durante uno o varios días.
Uno de los accidentes más penosos de la blenorragia está constituido por la erección dolorosa que se produce sobre todo durante el sueño, el cual queda interrumpido por esta causa. En ciertos casos la blenorragia particularmente intensa, es decir, cuando la inflamación es tal que la mucosa y los tejidos subyacentes se infiltran de modo que pierden su flacidez y elasticidad la erección no puede ya efectuarse por entero; el miembro se hace incompletamente extensible y describe una curva de concavidad posterior. Esta curva se endereza espontánea o artificialmente, como consecuencia de la desgarradura de los tejidos infiltrados. Se dice que la "cuerda se ha roto". Esta ruptura, que representa en suma una ruptura incompleta de la uretra, se acompaña siempre de dolor violento y de hemorragia abundante; constituye un accidente grave puesto que en el sitio que ocupaba, es decir, en el ángulo penoescrotal, deja una estrechez cicatricial anular muy retráctil y difícil de tratar.
De una manera general, los síntomas dolorosos durante la micción y la erección son menos pronunciaos en el curso de las recidivas, las cuales tienen generalmente una marcha menos aguda que el primer ataque.
Si no hay complicaciones, el estado general se conserva intacto y la enfermedad se comporta como una afección exclusivamente local. Debo decir, sin embargo, que así siempre la blenorragia se acompaña desde su principio de una adenitis inguinal ligera algo dolorosa, pero efímera y sin gravedad.
Poco después, o casi al mismo tiempo, se manifiesta no un verdadero flujo, sino una exudación o secreción poco abundante que hace que los labios del meato se adhieran entre sí a la camisa.
Los primeros fenómenos dolorosos aparecen en el curso de la micción y son muy variables; unas veces la uretra está sencillamente sensible, como pruriginosa, y otras la micción es en extremo penosa, sobre todo a nivel del meato y del segmento peniano: los enfermos comparan este dolor al del hierro enrojecido, etc.
Entre las diversas micciones existe continuamente una sensación de molestia y calor.
La micción es difícil, lenta y penosa. Cuando la blenorragia es plenamente uretral, no se efectúa más a menudo que de ordinario. Algunas veces se comprueba una retención urinaria completa que hace necesario el cateterismo durante uno o varios días.
Uno de los accidentes más penosos de la blenorragia está constituido por la erección dolorosa que se produce sobre todo durante el sueño, el cual queda interrumpido por esta causa. En ciertos casos la blenorragia particularmente intensa, es decir, cuando la inflamación es tal que la mucosa y los tejidos subyacentes se infiltran de modo que pierden su flacidez y elasticidad la erección no puede ya efectuarse por entero; el miembro se hace incompletamente extensible y describe una curva de concavidad posterior. Esta curva se endereza espontánea o artificialmente, como consecuencia de la desgarradura de los tejidos infiltrados. Se dice que la "cuerda se ha roto". Esta ruptura, que representa en suma una ruptura incompleta de la uretra, se acompaña siempre de dolor violento y de hemorragia abundante; constituye un accidente grave puesto que en el sitio que ocupaba, es decir, en el ángulo penoescrotal, deja una estrechez cicatricial anular muy retráctil y difícil de tratar.
De una manera general, los síntomas dolorosos durante la micción y la erección son menos pronunciaos en el curso de las recidivas, las cuales tienen generalmente una marcha menos aguda que el primer ataque.
Si no hay complicaciones, el estado general se conserva intacto y la enfermedad se comporta como una afección exclusivamente local. Debo decir, sin embargo, que así siempre la blenorragia se acompaña desde su principio de una adenitis inguinal ligera algo dolorosa, pero efímera y sin gravedad.
Menos mal.
Ha informado: WILLY ROE RATAS
Ha informado: WILLY ROE RATAS
2 comentarios:
Buenísima recopilación histórica. Pero no es verdad que la afección sea sólo local del pene... se distribuye a las articulaciones sino se la trata con antibióticos, además contagia MUCHO! Mi información sobre esta enfermedad la tengo en mi web médica
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