TRAILER - MENÚ DEL DÍA : EL ARTE DEL PLACER

La época de celo no perdona. Pero la vida en faunividad, la consecuente liberalización de las costumbres y la suciedad de consumo a la que se han entregado los monos robados tras adaptarse al hábitat de El Cleptómono acentúan aún más el caos.

Willy Roe Ratas permanece a una distancia prudencial de las potas y del tejado, ante el permanente asedio de gatitas que se hacen pasar por sobrinas del gato pardo. Los cocineros huyen despavoridos (los pavos fueron más rápidos). Las Hor-Monas y las Fero-Monas asaltan nuestra cocina para prepararnos un plato especialmente bestia...


EL ARTE DEL PLACER, Goliarda Sapienza


Goliarda Sapienza


- ¿Qué haces, tontita, te caes de sueño?

- No, no duermo. Estaba pensando.

- Ah, ¡pero cómo!, ¿piensas también? ¡Ahora resulta que los tontos piensan! ¿Y en qué pensabas, si puede saberse? ¿Tendría yo ese honor?

- Pensaba en preguntarte...

- ¿El qué? ¡Vamos, habla! ¡Pareces una gallina a la que fueran a retorcer el cuello! ¿De qué se trata? , ¡habla!

- Oh, nada, nada. Quería preguntarte qué es el mar.

- ¡Y dale con el mar! ¡Serás cabezota! ¡Te lo he explicado mil veces, pero mil veces! El mar es una extensión de agua profunda como el agua de un pozo que está entre nuestra finca y ese tugurio que es vuestra casa. Lo único que es azul, y que por mucho que mires a un extremo y a otro no puedes ver dónde se acaba. ¡Pero qué quieres comprender tú, si estás loca! Y, aunque no lo estuvieras, las mujeres, como dice mi padre, desde que el mundo es mundo, no entienden nada.

- Yo sí que lo entiendo: un agua profunda como la del pozo, pero azul.

- ¡Muy bien, cuánto me alegro! Entonces, ¡levántate y mira a tu alrededor! ¿Ves ese llano? Como se llama ese llano, ¿eh? Veamos si mereces aprender.

- Ese llano se llama el llano del Buey.

- Eso es, el mar es una llanura de agua azul, pero sin las montañas de lava que se ven allá en el fondo. Mirando la llanura del mar no se ve nada en el fondo, nada que tape la vista, o mejor dicho, se ve una fina línea que no es sino el mar al confundirse con el cielo. Y esta línea se llama horizonte.

- ¿Y qué es el horizonte?

- Ya te lo he dicho, una llanura de agua azul que se confunde con el cielo, donde no alcanza la vista.

- ¡Una llanura de agua azul como tus ojos que se confunden con el cielo de tu frente!

- ¡Pero hay que ver qué cosas se te ocurren! ¡Pareces un cuentacuentos, por Dios que eso es lo que pareces! ¿Qué te ha pasado a ti esta mañana que tienes esos pensamientos tan poéticos?

- Y a ti, ¿qué te ha pasado a ti para que fumes como un hombre? Tú fumas y yo..., ¿me dejas mirarte a los ojos? Si los miro fijamente comprendo mejor como es el mar.

- ¡Pues claro! ¿Quién te dice nada? Si tanto te importa saber cómo es el mar, adelante. Mucho debe de gustarte para que te pongas así de colorada. ¡Qué graciosa eres y qué loca! ¡Eres graciosa de verdad! A saber con quién te hizo tu madre.

- Seguramente con un hombre, y además marino, por lo que me cuenta.



Y de postre...

- Mira qué dos botoncitos están apuntando. ¿Te duele al tocarlos?

- No.

- Sabes qué son estas pequeñas hinchazones?

- No. ¿Forúnculos tal vez?


[...]



- ¿Duermes, Modesta?

- No.

- ¿Piensas?

- Sí.

- Cuenta, Modesta, cuenta.




Por cortesía de las Fero - Monas: Carmina, Carmona y la Mona Lisa